Lo primero que debemos tener claro es que, en la naturaleza gatuna, a diferencia de la canina no es necesaria la pertenencia a un grupo o manada para tener una vida normal y feliz. Como la mayoría de los felinos, los gatos son independientes y la mayor parte de su vida les gusta permanecer solos. Eso no significa que no necesiten interactuar con otros seres, pero si nosotros mismos a través del juego, la compañía y el cuidado diario, les damos ese espacio que necesitan para socializar, no es necesario la presencia de otros gatos en casa.

Si tu gato debe de permanecer demasiado tiempo solo, y no tienes el tiempo suficiente para compartir y acompañarlo, es aconsejable la llegada de otro gato a casa, para que mutuamente se acompañen, socialicen e interactúen como hermanos.  En estos casos es recomendable que el “nuevo miembro de la familia” sea preferiblemente joven, ya que se adapta mucho más fácil a las “reglas, normas, y espacios territoriales” que el “dueño de casa” tiene establecido, y que el recién llegado debe de entender y asimilar para una sana y pacífica convivencia entre ambos.

La llegada del nuevo miembro de la familia debe de seguir una serie de etapas que garantice una feliz convivencia entre todos:

  1. Preparación para su llegada: Elige un cuarto, que no sea el favorito de tu actual gato, para adaptarlo como lugar de recibimiento del nuevo gato. Acondiciónale comedero, bebedero y arenero exclusivos para él, así como juguetes, rascadores y lugares donde pueda esconderse y sentirse seguro.
  2. Llegada a la casa: Enciérralo en el cuarto seleccionado, dejándolo que a su ritmo explore cada espacio y elemento. Comparte con él y anímalo a recibir caricias y a jugar sin que se sienta abrumado. Ten en cuenta que cada gato tiene su propio ritmo de adaptación, nunca se debe de forzar nada, déjalo que se acostumbre.
  3. Reconocimiento: Si viven más “humanos” en tu casa, preséntales al nuevo gato dentro del cuarto elegido, siempre cuidando que los niños jueguen con él de manera relajada y por periodos cortos. Durante el tiempo que el nuevo gato este encerrado, tu gato actual habrá notado su presencia y poco a poco irá reconociéndolo. Seguramente por debajo de la puerta habrán interactuado.
  4. Presentación: Es recomendable realizar la presentación de los gatos por lo menos una semana después de la llegada a casa, siempre bajo tu supervisión, durante un periodo corto de tiempo y estando alerta a cualquier signo de agresión.
  5. Adaptación: Paulatinamente permite que los gatos compartan el momento de la alimentación, cada uno con su propio comedero. Mantén de igual forma los dos areneros y siempre juega y acarícialos conjuntamente.

Esta es una guía general cuando la adaptación de los gatos se da de una manera tranquila y poco traumática. Ten en cuenta que cada gato es un universo diferente y la llegada de uno nuevo a casa puede desencadenar comportamientos agresivos o anormales para lo cual requerirás mucha más paciencia y dedicación o en casos críticos, desechar la idea de aumentar nuestra familia gatuna.

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